La herramienta de medición debería aplicarse recurriendo a una serie de fuentes de datos, tanto cualitativos como cuantitativos, recopilados por organismos gubernamentales y no gubernamentales, incluidas las instituciones académicas y de investigación. Las fuentes deben ser confiables y, de ser posible, verificadas de forma independiente. No obstante, reconocemos que, en muchos países, la información disponible es limitada, y algunos datos pueden ser parciales o poco confiables.
A continuación, enumeramos algunas fuentes que podrían llegar a ser útiles. Puede utilizar esta enumeración como lista de control para identificar información que se encuentra fácilmente disponible. También puede utilizar la lista para identificar posibles fuentes de información que podrían desarrollarse siempre y cuando los recursos lo permitan, mediante la colaboración de distintos organismos o por otras vías.
A continuación, enumeramos algunas fuentes que podrían llegar a ser útiles. Puede utilizar esta enumeración como lista de control para identificar información que se encuentra fácilmente disponible. También puede utilizar la lista para identificar posibles fuentes de información que podrían desarrollarse siempre y cuando los recursos lo permitan, mediante la colaboración de distintos organismos o por otras vías.
Las fuentes de pruebas para completar la herramienta deberían incluir los distintos tipos de documentación legislativa y de políticas elaborada por gobiernos, organismos independientes oficiales y organismos intergubernamentales como la ONU y los organismos regionales, las ONG y las organizaciones confesionales. Es importante registrar la fecha en que se han recabado los datos y las zonas geográficas que cubren.
Los datos cuantitativos y cualitativos pueden ofrecer perspectivas complementarias como fuentes de información sobre cuidado alternativo. Los estudios que investigan las circunstancias, las experiencias y las necesidades de la infancia o que evalúan el impacto de los servicios son especialmente pertinentes. También son importantes las investigaciones que incluyen los puntos de vista de los niños y las familias.
Diversos estudios ofrecen un panorama correspondiente a un período en particular. Los estudios longitudinales que demuestran los cambios en el tiempo aportan ventajas adicionales. Las evaluaciones de los servicios o de los proveedores de esos servicios ofrecen información vital sobre la calidad del cuidado y los resultados para los niños. Los análisis situacionales, la representación gráfica de datos o las evaluaciones de pruebas brindan una visión general de las áreas pertinentes.
Es importante que se incluya una explicación clara sobre la metodología utilizada por la investigación. El estudio debe haber sido realizado por un organismo acreditado, como una universidad, un organismo de investigación especializado o una unidad de investigación dentro de una organización mayor. En los casos en que existan dudas respecto a la confiabilidad de la investigación, es importante destacar la manera en que se recopiló la información y la metodología utilizada.
Este tipo de información comprende, por ejemplo: cifras y porcentajes de niños ingresados en diferentes modalidades de acogimiento alternativo; cifras de niños que no viven con sus padres biológicos; cifras de niños en acogimiento por familiares; cifras de niños y familias que reciben servicios de apoyo; tipos de acogimiento alternativo; los principales tipos de proveedores de cuidado; y los gastos en servicios pertinentes. Entre las fuentes se incluyen:
Abarca una amplia gama de fuentes que recogen las opiniones y las experiencias de los niños, las familias y los profesionales en forma de datos cualitativos en el marco de actividades de investigación, consulta, evaluación o participación. Entre las fuentes se incluyen:
Información para la que no se cuenta con pruebas sistemáticas, pero que ofrece una perspectiva particular sobre las actitudes y las percepciones de partes interesadas clave. Sería recomendable registrar los conocimientos de las personas que trabajan en el terreno, especialmente en los casos en que existe un considerable grado de consenso. Es decir, todo aquello que las personas a nivel colectivo concuerdan que saben sobre el sistema. Esta práctica debería ofrecer una indicación sobre el tipo de información más específica que debe reunirse en el futuro. Es posible que ya existan opiniones generales de profesionales competentes plasmadas en informes u disponibles a través de organismos profesionales. También es posible obtener información de proveedores de capacitación y de servicios educativos, así como en sus materiales didácticos.
Realizar consultas a una gama de expertos lo más variada posible también puede aportar perspectivas útiles, ya sea a partir de uno o varios encuentros. Entre los expertos se pueden contar responsables de políticas tanto a nivel nacional como regional, responsables de servicios infantiles a gran escala, representantes de ONG, grupos profesionales, usuarios de servicios, organizaciones juveniles, investigadores y educadores o capacitadores pertinentes, así como los niños y sus familias. Las consultas pueden realizarse en el marco de eventos, grupos de discusión (focus groups) y/o de manera individual.
Una de las ventajas de completar la herramienta Seguimiento del Progreso es que ayuda a las partes interesadas a comprender mejor qué datos y pruebas están disponibles. Al finalizar el proceso, quienes hayan participado en él podrán pensar en cómo mejorar la recopilación de datos y avanzar más en ese sentido.